Eras hielo puro, él llego y tiro tu muro, poco a poco fue haciendo brechas y encendió una fogata dentro, conseguiste hacer convivir ambos elementos en tu interior gracias a su compañía. El se fue y le hiciste la promesa de no apagar ese fuego, de seguir sintiendo y de no volver a levantar ese muro. Lo intentas, casi lo consigues, ya nunca volverás a tener ese muro tan grande y espeso, pero sin nadie que vuelva a avivar esa fogata, el hielo se rehace incluso en contra de tu voluntad, y cuando por fin te das cuenta, que te vuelves a congelar, es demasiado tarde, ya hay otro muro, espeso, duro y alto. Y pierdes las esperanzas de que alguien vuelva a encender otra llama en tu interior y te vuelva a derretir. Es tu forma de ser, no lo puedes evitar, esa coraza es permanente en ti, y si la primera costó que la tiraran abajo, esta segunda va por el mismo camino...
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- Eros Zaoldick
- Cáceres, Cáceres, Spain
- Alicantino en Extremadura con lo peor de los dos sitios, historiador del arte en potencia y poseedor de todos los vicios de la sociedad
sábado, 3 de diciembre de 2011
El hielo vuelve a su lugar
Te quejas de que no sientes, y una vez que lo consigues te pasas la mitad del tiempo quejándote de que lo haces hasta que consigues disfrutarlo.
Eras hielo puro, él llego y tiro tu muro, poco a poco fue haciendo brechas y encendió una fogata dentro, conseguiste hacer convivir ambos elementos en tu interior gracias a su compañía. El se fue y le hiciste la promesa de no apagar ese fuego, de seguir sintiendo y de no volver a levantar ese muro. Lo intentas, casi lo consigues, ya nunca volverás a tener ese muro tan grande y espeso, pero sin nadie que vuelva a avivar esa fogata, el hielo se rehace incluso en contra de tu voluntad, y cuando por fin te das cuenta, que te vuelves a congelar, es demasiado tarde, ya hay otro muro, espeso, duro y alto. Y pierdes las esperanzas de que alguien vuelva a encender otra llama en tu interior y te vuelva a derretir. Es tu forma de ser, no lo puedes evitar, esa coraza es permanente en ti, y si la primera costó que la tiraran abajo, esta segunda va por el mismo camino...
Consigues disfrutarlo, y llega a convertirse en algo a lo que te podrías acostumbrar, pero algo sucede, y aunque lo sigues disfrutando, vuelves a dejar de sentir emociones. Tal vez sea tu naturaleza, tal vez tu subconsciente... pero ese equilibrio no llegará
Eras hielo puro, él llego y tiro tu muro, poco a poco fue haciendo brechas y encendió una fogata dentro, conseguiste hacer convivir ambos elementos en tu interior gracias a su compañía. El se fue y le hiciste la promesa de no apagar ese fuego, de seguir sintiendo y de no volver a levantar ese muro. Lo intentas, casi lo consigues, ya nunca volverás a tener ese muro tan grande y espeso, pero sin nadie que vuelva a avivar esa fogata, el hielo se rehace incluso en contra de tu voluntad, y cuando por fin te das cuenta, que te vuelves a congelar, es demasiado tarde, ya hay otro muro, espeso, duro y alto. Y pierdes las esperanzas de que alguien vuelva a encender otra llama en tu interior y te vuelva a derretir. Es tu forma de ser, no lo puedes evitar, esa coraza es permanente en ti, y si la primera costó que la tiraran abajo, esta segunda va por el mismo camino...
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No sabía yo, que escribieses tan bien
ResponderEliminarnunca viste mi fotolog verdad? jajaja hay cosas que aun no sabes de mi XD
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